Por José Ignacio y Ramón Luis Manteca
Ahora que se han rescatado de la maleza y el olvido, aunque aún no en su totalidad, las instalaciones mineras de la zona de Helguera, en Rasines, parece oportuno traer a la memoria los cien años de minería que ha conocido nuestro pueblo, cuya última etapa muchos vecinos aún recuerdan, así como al dueño postrero de la explotación, Arsenio Lombera.
Aunque es posible que ya los romanos explotasen los recursos mineros de Rasines habrá que esperar a la edad moderna y, concretamente, a la época comprendida entre mediados del s. XIX y mitad del XX, para asistir a una explotación sistemática de la minería en Rasines por parte de unos emprendedores, miembros de la familia Lombera, que llegaron a tener seis minas y más de cincuenta obreros, exportando a varios países de Europa.
El mineral que se extraía era plomo y zinc, y de éste sus menas, blenda y calamina. Más tardíamente y ya como subproductos, también se produjo cal viva, dolomía, ocre y caolín.
Presentación
La segunda, la variedad de sus recursos, pues “en su término se producen maíz, hierba, alubias, etc.; cría de ganado vacuno, lanar, cabrío y de cerda; abunda la caza de liebres y la pesca de truchas y salmones”. Claro, que a mediados del siglo XIX, cuando comienza la historia de la minería en Rasines, la variedad era aún mayor puesto que se producía trigo y mijo y había plantaciones de viñedos para hacer chacolí. En 1840, en concreto, los diezmos pagados por Rasines a la iglesia incluían 3.300 fanegas de maíz y 3.200 cántaras de chacolí.
Pero siguiendo con el diccionario Espasa de 1925, la tercera sorpresa del joven estudiante sería la lectura de este párrafo: “Minas de blenda, calamina y plomo, en explotación”.
Rasines es un pueblo cuya historia, incluso la más reciente, es prácticamente desconocida debido a la falta de publicaciones sobre nuestro pasado. Es ahora cuando empezamos a valorar la importancia de conocer nuestras raíces y por eso debemos dar la bienvenida a publicaciones como la patrocinada por el PRODER Asón-Agüera y la Universidad de Cantabria, en la que con el título “Catálogo Monumental de las Cuencas del Asón y del Agüera”, se aborda parte de la Historia de Rasines.
Mayor rigor y calado, hasta el punto de convertirse en lectura imprescindible sobre la historia de nuestro pueblo, tiene el reciente libro (noviembre de 2004) “Rasines, un pueblo en el camino”, escrito por Pedro García Gómez, Secretario de nuestro Ayuntamiento. En este mismo contexto de recuperar nuestra historia debemos situar la iniciativa emprendida hace muy pocos años de rescatar de la maleza y del olvido las viejas instalaciones de la minería de Rasines, siguiendo el ejemplo de otras zonas mineras que han visto en el turismo una forma de rentabilizar “post mortem” esta fenecida industria.
En las próximas páginas intentaremos reconstruir la historia de la minería de Rasines en la época moderna, concretamente entre los años sesenta del s. XIX y finales de los cincuenta del XX, que son los límites aproximados de la explotación minera llevada a cabo por la familia Lombera, natural de Rasines y con casa familiar en el barrio de El Cerro.
Para ello hemos contado con la documentación y memoria aportadas por César de Lombera Pando Gil, bisnieto del fundador de la mina, Juan Lombera Gil de la Torre y Hierro, y sobrino-nieto de Arsenio Lombera, Facultativo de Minas, que fue su último Gerente.
Esta documentación ha sido ampliada, por parte de los autores de este artículo, con otros datos genéricos sobre geología y minería de la zona, minerías romana y moderna, etc., para una mejor comprensión global de esta actividad. A estos temas nos referiremos en primer lugar.
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