Los romanos en Rasines
La creencia de que los romanos estuvieron en Rasines se basa tanto en el razonamiento como en el hallazgo de evidencias arqueológicas, aunque estas últimas son muy escasas.
Rasines es paso natural entre la meseta y la costa. La
ruta Burgos-Laredo, a través de Los Tornos, era Camino Real, siendo obligado el
paso por Rasines. Por aquí discurrían en la Edad Media y el
Renacimiento los comerciantes de lanas de Castilla camino del puerto de Laredo
para luego dirigirse a Flandes. La misma ruta utilizada por Isabel la Católica cuando acompañó
a su hija Juana hasta Laredo en 1496, donde ésta embarcó con rumbo a los Países Bajos para
casarse con Felipe El Hermoso. El mismo viaje que en sentido inverso realizaría
el joven Carlos V años después en su venida a España, por no hablar del último
viaje del Emperador en su retiro hacia Yuste, que hoy se ha convertido en
atracción turística.
Es quizá por esta condición de Rasines, de estar dentro de una de las rutas del comercio de las lanas de Castilla, que su población a fines dela Edad Media
era superior a los mil habitantes, según se constata en la información
realizada para la reparación del camino real Burgos-Laredo.
Es quizá por esta condición de Rasines, de estar dentro de una de las rutas del comercio de las lanas de Castilla, que su población a fines de
Ya en la
Edad Moderna , las gentes de Rasines aparecen dedicadas al transporte,
concretamente a la conducción de carros de trigo de Castilla, merced a la
posición privilegiada que ocupan a lo largo de esta ruta.
Durante las Guerras Cántabras parece que el campamento
base de Augusto para someter a las tribus del norte de España estaba situado en
el norte de Burgos; por tanto es de suponer que sus tropas utilizaran el paso
natural del puerto de Los Tornos para abrirse camino hacia la costa, pasando
por Rasines. Pero, como se ha dicho, los romanos estaban muy interesados en la
explotación de minerales, sobre todo de hierro. Si pasaron por Rasines no
dejarían de advertir las claras evidencias de la existencia de este mineral en
zonas como la de Helguera, debido al característico tono rojizo de sus tierras,
o los indicadores de la existencia de plomo, señuelo de la plata. Los ejércitos romanos incorporaban en sus
filas no sólo a militares sino, también, a un buen número de funcionarios,
ingenieros y técnicos que evaluaban las riquezas naturales de las zonas por
donde pasaban. De hecho, al terminar las Guerras Cántabras, los romanos se
dedicaron sistemáticamente a explotar los recursos minerales de los pueblos
sometidos, astures, galaicos y cántabros. Como veremos después, en la inmensa
mayoría de los casos de explotaciones mineras modernas de minerales
tradicionales, éstas se han realizado recuperando las antiguas explotaciones
romanas.
Por tanto es más que probable que la moderna minería de
Rasines se haya asentado sobre los terrenos ya trabajados por los romanos. Esta
era, al menos, la creencia general en la época de la minería de Rasines. Así su
propio fundador, Juan Lombera Gil de la Torre Hierro , en una carta de 1872 dirigida a la
empresa inglesa Silvan & Co. escribe: “La antigüedad de estas minas (de
Rasines) es idéntica a la de su misma clase que explota la Compañía Asturiana
en Reocín, explotaciones romanas que en aquellos tiempos extraían la plata de
los plomos argentíferos que abundaban, por no conocerse entonces los sulfatos y
carbonatos de zinc (es decir, blenda y calamina). En aquellas épocas y otras
anteriores, las explotaciones se hacían lenta y en forma irregular y diferente,
sin penetrar apenas las entrañas de la tierra. La superficialidad de los
terrenos mineralizados en zinc estaba en aquellos tiempos como sembrados de
minerales y se prueba que en las casas antiguas del barrio de las minas
(Helguera) se han encontrado y se ve gran cantidad de calamina con que armaban
las paredes”. En las minas de Reocín, descubiertas en 1853, se encontraron,
en efecto, herramientas de trabajo y monedas de la época imperial romana.
El propio nombre de Helguera no es casualidad. Como es
bien sabido, durante la
Edad Media el castellano cambia la “f” por “h”, de forma que
antiguamente se decía Felguera. Una felguera es un lugar donde hay hierro o
fundición de metal, así que este topónimo indicaría el primitivo origen minero
de la zona, como ocurre con otros pueblos españoles con esta denominación.
Pero, además de la lógica, también disponemos de algunos testimonios arqueológicos que
probarían la existencia de romanos en Rasines.
Tenemos un “ara romana” del s.
III d.C.; restos de cerámica de “terra
sigillata” hispánica, datados en el s. IV d.C; y un basamento de planta cuadrada que parece corresponder
a un torreón que se habría reutilizado ya desde época romana. Estos dos últimos
elementos fueron encontrados en excavaciones de 1990 realizadas cerca de la
iglesia de San Andrés, en un montículo situado en el prado de “El Jaral”
en La Riva (*).
No hay comentarios:
Publicar un comentario