26 diciembre 2014

LA FIEBRE DEL ORO (V)


Pocos mineros se hicieron ricos pero, en cambio, sí se hicieron ricos a costa de ellos los comerciantes y proveedores.





También se crearon grandes compañías para explotar los placeres auríferos con complejos medios mecánicos, como esta draga fluvial a vapor en el río Yukon (Alaska)





La fiebre del oro se propagó de California a Alaska, después a Australia y Sudáfrica.






En la actualidad persiste la explotación artesanal del oro en algunas zonas del mundo.



 

19 diciembre 2014

LA FIEBRE DEL ORO (IV)




LA FIEBRE DEL ORO EN CALIFORNIA

La fiebre del oro en California comienzó en 1849 y finalizó en 1860. El 24 de enero de 1848 James Wilson Marshall encontró pepitas de oro al excavar un canal para un 




molino, en un afluente del río Sacramento, en las faldas de la Sierra Nevada, cerca de Coloma. Marshall, un carpintero de New Jersey, trabajaba en la construcción de un aserradero propiedad de John Sutter, un suizo-alemán fundador de la colonia de Nueva Helvetia, que originó posteriormente la ciudad de Sacramento.



Pero ¿cómo es que había tantos extranjeros en el territorio de California, que en la época formaba parte de México? Me da la impresión de que, igual que en Texas, la tierra estaba siendo ocupada sin ningún control, de forma larvada y gota a gota, para desembocar más tarde en guerra y anexión a Estados Unidos.

Pocos días después con el tratado de Guadalupe Hidalgo (2 de febrero de 1848) el territorio de California quedaba en manos de Estados Unidos como resultado de la Guerra México-Norteamericana. Ninguna de las dos partes sabía de la existencia de oro ni podía prever la desmedida riqueza que se produciría en la zona escasamente poblada entonces por los llamados californios, individuos de origen español y mexicano.

El oro se encontraba en yacimientos superficiales llamados "placeres", que permitían acometer su aprovechamiento sin necesidad de grandes inversiones ya que, prácticamente, cualquier persona con medios rudimentarios podría, con una buena dosis de fortuna, extraer cierta cantidad de este metal.







Fiebre del oro en California 1848, Nevada 1850, Australia 1851, Nueva Zelanda 1861, Montana 1863, Traansval (Sudáfrica) 1886, Alaska 1898



El momento de la verdad era el lavado de las gravas. Tras un cribado, se hacen pasar las tierras y el agua por un sistema de artesas alargadas de madera con unos listones transversales, a modo de escalones, con los que se consigue eliminar las arcillas y los minerales más ligeros. También se usaban unas artesas de madera, de base curva, para darles un movimiento de balancín.



La técnica del cañón de agua o “booming” ya fue utilizada por los romanos. Esta técnica tuvo una gran repercusión medioambiental y finalmente fue prohibida.



12 diciembre 2014

LA FIEBRE DEL ORO (III)

Volviendo al caso de Castrocontrigo en León, se trata de una región muy boscosa y los métodos tradicionales como el uso 


de fotos aéreas no servían para encontrar lo que oculta la vegetación. “Para dar con zonas no identificadas contamos con la tecnología LIDAR, perfecta en estas situaciones”, explica Fernández Lozano sobre esta tecnología, que se sirve de haces láser para detectar objetos ocultos.
Incorporando este detector láser a un avión se puede 



peinar  una zona muy amplia para "fotografiar" con detalle el suelo, es decir, lo que no se ve y está por debajo de los árboles. Por primera vez se ha usado con este propósito en España. Al cartografiar esta región del suroeste de León, se dio con “un valle entero lleno de explotaciones mineras y



embalses” del que no se tenía noticia hasta el momento. “Allí se realizaron trabajos para extraer oro a una escala espectacular que no se conocía”, señala este geólogo.

Minería romana de oro de Las Médulas,León 

En esta zona de El Bierzo, millones de metros cúbicos de gravas miocenas fueron removidos en época romana, para explotar el oro contenido, mediante la técnica del “ruina montium”




Una red de senderos permite recorrer este impresionante paisaje, donde contrasta el color rojizo de los terrenos miocenos con el verde de los castaños centenarios. El oro contenido en estos antiguos aluviones se encuentra en forma de pequeñas partículas, en una proporción que no llega a 0,3 gramos por tonelada.
Podemos ver a miembros de la familia del autor de este trabajo recorriendo estos senderos.








Largas canalizaciones transportaban el agua desde las sierras altas hasta Las Médulas. El agua, soltada de golpe desde un depósito regulador, irrumpía por una red de galerías excavadas previamente, provocando el colapso de los terrenos y su transformación en una corriente de lodo, que se hacía pasar posteriormente a través de una serie de cribas.




         
                              


La acción erosiva del agua creó gigantescas cavidades de hasta 20 metros de altura.






Parte de la red de canales subterráneos aún se conserva y puede ser visitada.





Ah, y los españoles no guardamos ningún rencor a los romanos (ni tampoco a los italianos) por haberse llevado nuestro oro esclavizando a nuestros antepasados.

Nosotros somos así.

05 diciembre 2014

LA FIEBRE DEL ORO (II)




La explotación de placeres auríferos en época romana
    Los romanos, aparte de extraer el oro de los sedimentos de los ríos actuales (placeres auríferos), sabían extraerlo de los sedimentos de ríos ya desaparecidos, correspondientes a épocas geológicas pasadas (placeres auríferos fósiles). A los primeros se les suele llamar en la actualidad placeres de valle y a los segundos placeres de meseta.




    En las proximidades de la localidad leonesa de Castrocontrigo, ya conocida como zona minera romana, la aplicación del LIDAR (evolución del RADAR usando un haz de luz) ha demostrado que la explotación de los romanos fue mucho más intensa de lo que se conocía por la arqueología tradicional, que le había dado poca importancia a estos parajes 

en comparación con otros lugares mineros como Las Médulas. Las modificaciones realizadas en el terreno llegaron a alterarlo de forma extraordinaria, habiéndose descubierto la existencia de una serie de canales que podrían sumar cientos de kilómetros.

    El oro se podía obtener en roca y en sedimentos, pero esta segunda opción era más rentable. En ciertos puntos se puede observar cómo se hicieron las dos cosas, primero se extrajo el oro de los sedimentos y después excavaron las rocas sobre las que se asentaban.



    Un caso extraordinario de explotación romana de placeres fósiles es el paraje de Las Médulas, en la provincia de León. El método más espectacular de explotación que emplearon fue el de “ruina montium”.


    Este método de “derrumbe de los montes” se aplicó sobre mesetas formadas por antiguos sedimentos fluviales (terrazas fluviales) para alcanzar de una sola vez los niveles que poseían más oro, sobre los cuáles se encontraban niveles de bastante espesor pero más pobres en oro, haciendo falta remover grandes cantidades de materiales de aluvión.  Se construía previamente una traída de agua y un embalse.  


    A su vez, en la zona a explotar se construía una red de pozos y galerías sin salida exterior que minaban toda la masa que se quería abatir. Después se soltaba de golpe  el caudal de agua almacenada en el depósito, que se introducía en ese sistema de cavidades y producía un efecto de "golpe de ariete", consiguiendo el derrumbe de todo el conglomerado minado, en forma de una corriente de lodo, que se canalizaba y se hacía pasar a traves de cribas y otros dispositivos, para recuperar las partículas de oro que contenía.