Fin de la minería de los Lombera
No hay una fecha tajante
para el final de la minería de la familia Lombera, que debió de producirse entre
mediados de los años cincuenta y principios de los sesenta del s. XX. El suyo
debió ser un lento languidecer, a medida que se agotaban los recursos mineros
tradicionales y tampoco resultaban viables los proyectos de explotación de
productos secundarios con menos valor de mercado. Arsenio Lombera realizó
prospecciones en busca de nuevos yacimientos, por ejemplo, en el Pico del
Carlista, pero no tuvo éxito.
En resumen, como causas
del fin de la minería de Rasines, después de un siglo de explotación, podríamos
señalar las siguientes:
1º.- El mineral existente
en nuestro pueblo no forma filones o capas continuas y bien definidas, sino que
se presenta diseminado en relación con fracturas de la roca y zonas
brechificadas, o bien en pequeñas concentraciones de origen kárstico, lo que
hace muy difícil realizar una explotación racional.
2º.- Existe gran cantidad
de agua en el subsuelo de la zona de Helguera, con la consiguiente inundación
de las labores mineras subterráneas, tal como ya puso de relieve el informe de
Peñarroya España realizado a instancias de Arsenio Lombera.
3º.- Falta de inversiones
en labores preparatorias y, especialmente, en una planta de concentración de
minerales adecuada (limitaciones de la empresa familiar).
4º.- Imposibilidad de
competir en cantidad y costes con la Real Compañía Asturiana de Minas que lidera y
prácticamente monopoliza el mercado e industria del zinc en esa época, desde su
gigantesca y riquísima mina de Reocín.
Como testimonio de una época ya pasada, nos quedan los
restos de la minería que recientemente han vuelto a salir a la luz, aunque es
mucho, todavía, lo que de las mismas queda por descubrir.
A simple vista o rebuscando un poco, podemos apreciar los
vestigios de las antiguas labores. Tres galerías de mina: una, en la misma
cantera de Helguera, en la cota baja frente al primer horno; otra, la de la
mina Constante; y una tercera al nivel de la casilla que se observa entre ésta
y La Cueva. Dos hornos, uno para
calcinación de mineral y fabricación de cal viva; y otro para tostado de dolomía. Dos o tres canteras,
además de la Constancia ,
en la zona de Helguera y otras tantas por encima de Los Mártires; y aún alguna
otra oculta por los matorrales en el camino de La Cueva.
Varios
cargaderos de mineral: en la zona citada de la casilla de ganado, en la ladera de La Cueva ; en la zona de
Helguera, en el contrafuerte de piedra bajo el primer horno; en la “Revuelta
Volao”, camino de Gibaja; dos más en la carretera que sube al “Sutu”. Un depósito de agua que, a pesar de lo que
dice el panel informativo, no parece corresponder a un lavadero de mineral.
Sabemos que había varios lavaderos, pero desconocemos dónde. Parece que el principal
se hallaba por debajo del citado depósito de agua, junto al camino de La Cueva. De hecho los
autores de este artículo recuerdan que hasta hace unos 20 años se podían
distinguir perfectamente depósitos de estériles de lavado de mineral, próximos
a la zona de Helguera conocida por “Zorrovalle”.
Siguiendo con nuestro inventario, podemos citar las
construcciones cerca de los hornos, seguramente como almacén de herramientas,
explosivos, utillaje, etc. Caminos de comunicación entre minas, visibles
en El Sutu, encima de Los Mártires. Sabemos, también, que se excavó un pozo
para desaguar la mina Constancia pero se desconoce su ubicación exacta.
Sería conveniente continuar con la labor de limpieza y
desbroce de la zona, así como hacer excavaciones a la búsqueda de más
vestigios. Tal vez, incluso, se podrían descubrir restos que confirmasen la
supuesta actividad minera romana de la zona. Lamentablemente los terrenos de la
cantera han estado convertidos estos últimos años en vertedero de basuras, que
probablemente habrán ocultado alguna de las bocaminas.
Esperemos que algún día todos estos testimonios salgan a
la luz y podamos conocer, íntegramente, la historia de la minería de Rasines.
Rasines, Octubre de 2002.
José Ignacio Manteca, Dr. en Geología, Profesor Universitario.
Ramón Luis Manteca, Ldo. en Psicología y en CC. Información.
Florencio, Bloggero.
José Ignacio Manteca, Dr. en Geología, Profesor Universitario.
Ramón Luis Manteca, Ldo. en Psicología y en CC. Información.
Florencio, Bloggero.
Manual de Urbanidad para niños
Barcelona 1913
8. ¿Qué defectos hay que evitar al beber?
9. ¿Qué acciones han de evitarse en la mesa?
9. ¿Qué acciones han de evitarse en la mesa?
8. Es sumamente repugnante beber cuando la boca está aun ocupada por la comida; tomar el vaso o copa con la mano izquierda o con ambas manos; mirar a todos lados mientras se bebe; fijar la mirada en alguna persona por encima del vaso; meter el borde del mismo muy dentro de la boca; beber a sorbetones; beber mientras está haciendo lo mismo el de mi lado.
9. Mirar la fuente que viene y si es de nuestro gusto ponerse alegre y mirar a los comensales frotándose las manos en señal de satisfacción; o al revés, si no nos gusta, volver la cabeza, murmurar y dar señales de disgusto es una prueba manifiesta de incivilidad.
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