27 septiembre 2013

ENFERMEDADES NERVIOSAS Y MENTALES (y II)

Antes de meternos en harina os diré que hoy, 27 de septiembre, es la festividad de los Mártires San Cosme y San Damián , fiesta mayor de Rasines. Esperemos que no llueva.
                

Síndromes degenerativos

El desequilibrio o desarmonía entre las funciones mentales representa la base esencial de los estigmas psíquicos de la degeneración, siendo la nota psicológica característica del degenerado superior. Este tipo puede tener gran inteligencia, imaginación muy brillante, excepcionales aptitudes para el cálculo, las bellas artes, la oratoria, etc., pero generalmente no llega nunca a adaptarse bien al medio social en que vive. Carece de autocrítica, se deja llevar por sus instintos y pasiones. 
     
                        Pieter Brugel el viejo- dulle griet-mad meg

Locura moral o perversión de los afectos o sentimientos, es una de las variedades más frecuentes de la degeneración. El criminal nato de Lombroso, verdadero loco de los instintos, entra de lleno en este tipo. El loco moral, por aproximarse mucho al imbécil en cuanto a sus perturbaciones afectivas, se denomina también imbécil moral . A estos individuos les es imposible adquirir sentimiento moral alguno; son insociables e incapaces generalmente de todo afecto a los demás.

Neurastenia constitucional. Estado permanente de agotamiento, de carácter hereditario (a diferencia de la neurastenia adquirida), cuyos síntomas principales son: atención inestable, dificultad asociativa, fatiga intelectual, dismnesia, ideas fijas o hipocondríacas, depresión del humor, irritabilidad, reflejos exagerados, etc.              

Episodios psicopático-degenerativos. Comprenden los tipos abúlico, maníaco, melancólico y delirante. La perturbación de los abúlicos se halla muy especialmente en la esfera volicional. Ahora bien, entre la imposibilidad de querer y la imposibilidad de no querer  existe, sin duda, una gran distancia, pero ambos trastornos lo son de una misma facultad psíquica: la voluntad. De aquí dos grandes clases de obsesiones: las pasivas o inhibitrices y las activas o impulsiones. A las primeras se refieren la locura de la duda y las fobias.

Otra variedad muy conocida del delirio degenerativo es la llamada manía razonadora. El maníaco razonador presenta grandes perturbaciones del carácter; su delirio afecta la forma maníaca o de exaltación y aparece por paroxismos durante los cuales existe una gran actividad intelectual y moral con agitación motriz desordenada, que puede llegar a las más violentas impulsiones. El loco razonador es también irritable y versátil, de voluntad débil, vivaz de palabra, no escaso de memoria y correcto en sus modales. Se parece mucho al loco moral pero, así como este es un verdadero pervertido de instintos y sentimientos, de donde las frecuentes aberraciones sexuales que presenta, el loco razonador ofrece más bien trastornos del carácter con excitación intelectual.

                                         the author run mad-paul-sandby


Perversiones sexuales. Desde el punto de vista psicofisiológico se pueden distinguir con Krafft-Ebing los caracteres sexuales en primarios (órganos genitales) y secundarios; dividiéndose estos, que no aparecen hasta la época de la pubertad y constituyen el fetichismo fisiológico, es decir, los elementos de atracción recíproca entre ambos sexos, en somáticos (rasgos morfológicos, voz, sistema piloso, etc.) y psíquicos (conciencia del propio sexo, inclinación hacia el opuesto). Las glándulas y centros espinales genésicos son bisexuales, y también los centros cerebrales respectivos hasta cierta fase del desarrollo embrionario, en la cual el predominio del elemento masculino sobre el femenino o viceversa, determinan el sexo. La monosexualidad es carácter fundamental y constante del individuo; el hermafroditismo  nunca es completo, sino que se refiere a la existencia en un sexo de caracteres secundarios del opuesto. Por anomalía de evolución –dice Krafft-Ebing- puede ocurrir la persistencia excesiva en aquellos centros encefálicos de los caracteres bisexuales, deteniéndose en el territorio central homólogo el desenvolvimiento de los correspondientes a los órganos genitales del individuo y desarrollándose en el territorio heterólogo, en cuyo caso alcanzan mayor predominio evolutivo los caracteres secundarios psicofísicos de este orden (hermafroditismo psíquico) ya antes de la pubertad (homosexualidad congénita), o más tarde, prevaleciendo entonces el centro heterólogo sobre el homólogo (homosexualidad adquirida).
El incompleto desarrollo de los caracteres sexuales correspondientes, con predominio de rasgos físicos del sexo contrario, constituyen el masculinismo o viraginidad y el feminismo, contrasexualidades también llamadas androginia, en el hombre, y ginandria en la mujer. El excesivo desarrollo de las mamas en el primero es la ginecomastia. Las anomalías de grado o intensidad son la frigidez o anestesia sexual y la hiperestesia, denominada esta en el hombre satiriasis y en la mujer ninfomanía. La homosexualidad, uranismo o inversión sexual en el sexo masculino es la pederastia y en el femenino el tribadismo.

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Las perversiones sexuales son actos consecutivos al trastorno de la conciencia moral (Marchand) y tienen su expresión clínica en: el onanismo o masturbación; el exhibicionismo impulsivo o no, propio de disgenésicos y, a veces, de epilépticos y dementes; el fetichismo, placer sexual provocado por el contacto de objetos pertenecientes a la mujer (pañuelos, ligas, etc.) o por el de sus manos, cara, pelo u otras partes extragenitales, incluyéndose en esta anomalía sexual la gerontofilia (Feré) y la pedofilia eróticas, atracción sexual hacia individuos de edad avanzada, e impúberes, respectivamente; la algolagnia, voluptuosidad sólo provocada por actos más o menos violentos y crueles, con sus dos formas denominadas sadismo o tiranismo, cuando dichos actos se ejercen en persona de sexo opuesto, pudiendo llegar a la violación de cadáveres (necrofilia) o a la ingestión de sangre o trozos de la víctima (vampirismo), y masoquismo o pasivismo en los casos en que el placer sexual se obtiene a costa de malos tratos sufridos por el propio individuo; la sodomía o coito contra natura, bien homo, ya heterosexual; y, en fin, el amor lésbico o sáfico, que no es sino una variedad del tribadismo.

Y hasta aquí hemos llegado en la divulgación de este poco mencionado tema. La semana que viene la dedicaremos a sabe Dios qué asuntos pues el autor del blog no tiene aún un candidato claro. Eso sí, espero que, sea el que sea, el nuevo tema os parezca interesante.

20 septiembre 2013

ENFERMEDADES NERVIOSAS Y MENTALES

He encontrado este tratado entre los libros de medicina del abuelo. Hojeándolo sin prestar demasiada atención, llego a un capítulo en el que me detengo porque leo algo que afecta a mi forma habitual de hablar y de entender: parece ser que no es lo mismo que te llamen imbécil a que te llamen idiota. Esto último es peor.
En vista de esto sigo hojeando y veo que hay otros temas interesantes, seguramente, para mis inteligentes y curiosos lectores, así que he decidido entresacar un trocito del contenido del libro y ofrecéroslo. Ya me contaréis si habéis logrado leerlo con interés.

ENFERMEDADES NERVIOSAS Y MENTALES

Dr. Antonio F. Victorio
Manuel Marín, EDITOR
CORTES, 594 – BARCELONA
                    1911


CAPÍTULO  XIII

PSICODISGENESIAS

FrenasteniasDebilidad mental, Imbecilidad, Idiocia

Síndromes degenerativosLocura moral, Neurastenia y melancolía constitucionales, Episodios psicopáticos, Perversiones sexuales.

Estudiaremos con la denominación de psicodisgenesias los estados morbosos debidos a insuficiencia del desarrollo mental, ora sea esta congénita, ya sobrevenga en los primeros años de la vida; y también , aquellos síndromes o episodios psicopáticos que, aún apareciendo en edades más avanzadas, tienen asimismo su verdadero origen en una defectuosa constitución, sí que al parecer evolutiva, del funcionamiento psíquico.
                            
                    Velázquez - El Bufón Calabacillas (Museo del Prado, 1636-37).jpg
Frenastenias.  
Debilidad mental.  Grado menor o forma más ligera de la insuficiencia de desarrollo de las funciones intelectuales, sin anomalías ostensibles de desenvolvimiento físico y con integridad completa del lenguaje. El débil de la mente no es como el imbécil, un individuo anti o extrasocial, puesto que la normalidad de sus actos y conducta le permiten la convivencia con sus semejantes.
Imbecilidad. Las impresiones exteriores al percibirse despiertan una imagen o recuerdo, se asocian y confrontan con antiguas sensaciones (memoria) y queda así constituída la idea o concepto. Mas cuando el caudal de imágenes antes adquirido es muy reducido, las representaciones evocadas por la impresión nueva o actual son también muy escasas; y esto ocurre con los imbéciles, insuficientes mentales de mayor grado que los débiles y de menor que los idiotas.
En consonancia con el atraso de desenvolvimiento psíquico, el desarrollo físico de los imbéciles se efectúa asimismo con lentitud y de modo anómalo. Son tardos en hablar y en andar y, desde los primeros años, sus instintos se sobreponen a todo freno y reflexión: les agrada mortificar a los animales, no muestran afición por los juegos infantiles ni existe en ellos esa curiosidad tan instructiva propia de los niños normales. Los instintos genésicos suelen preponderar muy precozmente y, como no existe freno intelectual ni moral alguno, los vicios genitales constituyen una de las características más frecuentes de estos degenerados.   

                     Hieronymus Bosch 053.jpg

Idiocia.  Grado mayor de la inferioridad mental que no debe confundirse con la demencia.
 La idiocia es un defecto, la demencia una desorganización. El demente, según la frase tan conocida de Esquirol, es un rico arruinado y el idiota ha sido siempre pobre. 

El idiotismo se diferencia de la imbecilidad y de la debilidad mental por el menor desarrollo de las funciones intelectuales y por la existencia de anomalías morfológicas más ostensibles y de lesiones anatomopatológicas muy evidentes.

13 septiembre 2013

EL VIAJE MORROCOTUDO (y VI)

Fecha Diario de Bitácora: 10 de Junio de 2003
Singladura: San José - Cartagena, 75 millas

     Son las cinco de la mañana, la tripulación del Belica IV se va despertando. Mientras me aseo como los gatos comienza a llegarme el olor del café haciéndose. Desayunamos, se carga gasoil en el depósito, JR comprueba los niveles del motor... A las 5:40 suelto y recojo las amarras y salimos del puerto de San José lentamente. La noche es bella, la mar tranquila y el viento en calma. Ya fuera, ponemos el motor a 1400 RPM, lo que nos proporciona una marcha de 5-6 nudos, y nos dirigimos al Este para separarnos de tierra y poder doblar sin riesgo la Punta de la Polacra cuyo faro nos guiña su ojo por la amura de babor.

Faro de Mesa Roldán

     Media hora más tarde viramos un poco al Norte para tomar un rumbo de 60º, mas abierto que el necesario pero con la idea de ganar barlovento para cuando salte el viento de Levante. La luz de un segundo faro (el de la Punta de la Mesa de Roldán) aparece en el horizonte. Al rumbo que mantiene nuestro tercer tripulante (el piloto automático) lo libraremos con seguridad.
Está amaneciendo y se puede apreciar la costa con más claridad: acantilados de roca pelada, desolación. Sale poco a poco el sol por el horizonte. Durante unos segundos parece un enorme balón de rugbi de color anaranjado. Para mí ha sido mi primera observación del "orto" del sol en el mar. En fin, más vale tarde tarde que...
Más delfines, pero esta vez se cruzan en otra dirección. A la hora del aperitivo me fijo en que por nuestra popa, lejos, viene un barco a una velocidad impresionante, quizá 50 nudos. Llamo a JR, que está haciendo algo en la mesa de cartas.
- Fíjate en aquel imbécil. ¿A dónde irá? -le digo, pensando que se trata de un turista.
JR usa los prismáticos y al cabo de un momento me aclara que no es un barco de recreo sino una lancha de salvamento. Baja de nuevo al camarote y oigo que habla por la radio:
- Salvamar, Salvamar, Belica IV
Después de unos minutos, durante los cuales la lancha nos ha rebasado y apenas ya se la ve, sale JR y me explica que se trata de un barco nuevo, fabricado en Navia (Asturias) y que lo llevan en viaje "ferry" (como es nuestro caso) a su puerto de destino en Mallorca.
¡Lo asombroso del caso es que salió de Navia el mismo día en que nosotros salíamos de Algeciras! Hoy llegará a Alicante y mañana será entregado en Mallorca. Impresionante.
     Es mediodía y aún no ha aparecido el viento de levante, lo que nos permite hacer más camino del previsto. Comemos pronto, ahora que la mar está tranquila, unas albóndigas con tallarines a la boloñesa perfectamente calentados por las sabias manos de JR. Incluso tengo tiempo de echar una siestecita, que se agradece después del madrugón de esta mañana.
     Al fin aparece el levante, pero al rumbo en que estamos ya (más al Norte, para acercarnos a tierra) es una ayuda en lugar de ser un estorbo. Izamos las velas, y aunque reducimos un poquito el régimen del motor conseguimos una marcha de 7 nudos. Son las 16:30 y tenemos a la bahía de Mazarrón por babor y Cabo Tiñoso un poco más a proa.

Vistas panorámicas de la Bahía de Cartagena en Murcia
     
Poco a poco se va acercando la costa y los detalles van apareciendo desde la neblina. Los grandes barcos de transporte fondeados indican la localización de Cartagena, situada en el fondo de una pequeña bahía rodeada de montañas que dejan un estrecho paso.
     El GPS indica una distancia de 3 millas al puerto y el barco es gobernado manualmente. El viento y la mar lo empujan, llegando a puntas de 8 nudos. Me estoy divirtiendo, pero JR me hace ver que hay un petrolero que está saliendo de Escombreras. Fijaos, para mí no era más que un barco parado allá enfrente, un poco a estribor, pero para los ojos despiertos y expertos de JR se trataba de un petrolero que había descargado en Escombreras (fíjate en que la línea de flotación está muy alta), que había despedido al práctico (fíjate en la lancha que se está alejando de él), que iniciaba la salida a alta mar y que tenía que dejarle espacio.
     Acomplejado, sigo sus instrucciones, pero entonces me encuentro que, a proa, un barco inmenso maniobra lentamente, obstruyendo el paso hacia el puerto. Otra vez la sabiduría de JR me sorprende: Ojo con ese butanero, que está esperando al práctico que acaba de desembarcar del petrolero y que se va a colocar a la derecha de la entrada al puerto.
     - Pero bueno, ¿cómo lo sabes?
     - ¿No ves que la lancha del práctico se dirige al butanero y que a la derecha de la entrada, al pie de aquel monte, hay unos barcos parados? Pues son remolcadores esperando para meter el butanero en el pantalán de Escombreras.

imagen

¡Hay que joderse! El hecho de que JR me explique que él ya ha estado aquí a bordo de un petrolero y que estas cosas son pura rutina, no deja de sorprenderme. En fin, despejados todos los obstáculos, entramos lentamente a las 18:45 en el puerto de Cartagena. A las 19:00 estamos amarrados a un pantalán del Club Náutico.
Yo he llamado a mi hermano Nacho, que vive allí, así que después de una ducha reparadora, compensación de esta jornada de 15 horas de navegación, salimos los tres a la ciudad.
Debo confesar que el tute que la mar me pegó ayer a la llegada a San José ha bajado mis defensas (sicológicas). O quizá sea que ya me encuentro muy cansado del viaje, pero el hecho es que he decidido dimitir como tripulante, dormir en casa de Nacho y regresar mañana a Madrid. Siento un cierto remordimiento por abandonar a Alberto JR, pero me consuelo pensando que mi idea original era la de participar en una primera etapa o algo más si me encontraba bien, y en cambio he resistido cinco días.
No hay nada mejor, después de una larga travesía, que sentarse en una terraza para beber una cerveza. Hace calor, y lo noté desde el momento en que entramos en el puerto y cayó el viento gracias a la protección de los montes que le rodean. Mientras voy vaciando mi copa noto una especie de mareo, como si se me moviera la silla. Poco a poco me doy cuenta de que lo que se está moviendo es Cartagena entera.
Por cierto, voy a contar algunas cosas de esta ciudad que quizá no sepan mis amigos colombianos Isabel y Carlos.
Es muy vieja, anterior a los romanos, y habitada por pueblos atraídos por las minas próximas, ricas en plomo y plata. Los cartagineses la llamaron Cartagonova y hay multitud de restos de aquellas épocas.

Teatro romano de  Cartagena en Murcia
     
Lo curioso es que cada vez aparecen más. Por ejemplo, no hace muchos años se estaba excavando un solar para construir viviendas y empezaron a aparecer piedras talladas de forma particular. Se pararon las obras y se comenzó un estudio arqueológico con el resultado de que apareció un anfiteatro romano enterito, en pleno centro de la ciudad.
En muchos de los edificios nuevos se han dejado zonas descubiertas y protegidas con cristal, en las que aparecen cimientos de casas romanas con sus cocinas y sus baños. Cartagena es el terror de los constructores, porque saben que en el momento que inicien una obra aparecerá algún resto arqueológico que puede paralizarla.
     Yo invité a la última cena y Nacho, buen conocedor del terreno, nos guió a varios mesones especializados en cazuelitas, que resultaron estupendas. De regreso al Club Náutico nos despedimos de JR, que saldría temprano por la mañana, y nos fuimos paseando hasta la casa de Nacho. Esa noche dormiría en una buena cama, sin oir el campaneo de las drizas sobre el mástil.


EPÍLOGO

     A las cuatro de la tarde del día siguiente salí en Talgo hacia Madrid, donde llegué también con retraso. Sin embargo, esta vez RENFE no me devolvió el dinero del billete porque el retraso había sido de 55 minutos. Cinco minutos más y habría de nuevo viajado gratis. Quizá la próxima vez.
     En cuanto a JR, navegando en solitario a partir de Cartagena llegó a Alicante más o menos a la misma hora que a la que yo entraba en Madrid. Al día siguiente se encontró temporal y le costó remontar el Cabo de la Nao, pero una vez internado en el golfo de Valencia pudo poner rumbo directo a su destino final, el puerto de Burriana, situado a 8 millas de Castellón.

Y esto es todo por hoy, queridos míos. Hasta otra.

06 septiembre 2013

EL VIAJE MORROCOTUDO (V)

Fecha Diario de Bitácora: 9 de Junio de 2003
Singladura: Roquetas de Mar - San José, 30 millas

     Las instalaciones del Club Náutico de Roquetas están limpias y son cómodas. Nuestra buena opinión (salvo el enchufe de 220 V) se ve reforzada cuando nos enteramos de que el coste del atraque es de sólo 10 euros. Aún duele la clavada del día anterior en Marina 
del Este.

     Foto 0 Real Club Naútico Roquetas de MarDesayuno excelente en una cafetería contigua 
al restaurante (Los Abuelos) donde comimos en febrero. Todo es muy cómodo, pues en la calle que cierra uno de los lados del puerto está todo lo necesario: el club, restaurantes, cafeterías... En su extremo se levanta el castillo que JR había entrevisto cuando estábamos todavía a 4 millas.
     Hoy nos abandona Leo por no sé qué cuestión relacionada con unos holandeses que le esperan en Madrid. Yo sospecho, sin embargo, que lo que pasa es que desea alejarse del barco con cualquier pretexto. Celebramos su despedida con una copa de machaquito, famoso anís seco de 50º a la sombra, el preferido del coronel.
     Ya solos JR y yo, cargamos 60 litros de gasoil pues debemos pasar el Cabo de Gata y hay que estar prevenidos. Finalmente zarpamos a las 12:45 y, ya fuera, tomamos rumbo este, derechos al cabo. Hay una brisa que decidimos aprovechar, así que izamos velas y conseguimos, con la complicidad del motor, una buena marcha de 6,5 nudos.
     Ahora sí, reconozco con facilidad puntos familiares: Las cúpulas verdes del Hotel Colonial donde estuvimos alojados en febrero, el paseo bordeando la playa, Aguadulce, Almería... Ojalá pudiera haber visto anoche, cuando era necesario, la mitad de los detalles que veo ahora. En fin, otro ejemplo de la ley de Murphy.
            

     La costa es pelada,rocosa. No se ve un gato en ella, ni carreteras ni urbanizaciones. JR me dice que es una costa virgen y yo le contesto que no me extraña, que es tan fea que forzosamente ha de ser virgen. 
     A 8 millas del Cabo de Gata el viento aumenta y se establece claramente de levante, a la vez que se forma una marejada incómoda, de ola corta, que nos comienza a sacudir. Aunque vamos ciñendo al máximo, se ve claramente que no vamos a poder doblar el cabo sin dar bordadas, y esto va a suponer un retraso importante. JR decide enrollar el foque, de forma que, con sólo la mayor, podemos mejorar el rumbo y rebasar, por fin, el cabo.
      ¡Ya hemos pasado! Pero no hay margen para el reposo pues el viento sopla ahora con fuerza 4-5 y la marejada apenas nos deja comer un bocado. JR toma un rizo de la mayor (para los legos, esto significa reducir el tamaño de la vela mayor para que el viento no haga tanta fuerza sobre el barco), pero así y todo el barco baila con ganas. Yo he bajado al camarote a buscar no sé qué y apenas puedo tenerme en pie, incluso agarrado a todos los asideros posibles. Aprovechando que durante un instante mis dos manos están ocupadas en otra cosa, la mar balancea bruscamente el barco y yo vuelo dos metros hasta una de las literas laterales, donde caigo sentado. A Dios gracias, asiento y respaldo estaban perfectamente mullidos.
     Nos vamos aproximando a San José, que es un pueblecito instalado en una pequeña bahía al pie de los riscos, a unas cinco o seis millas de Cabo de Gata. A la derecha de la ensenada se divisa una escollera y, detrás de ella, asoman los mástiles de los barcos en el puerto. La mar está todavía muy movida, pero estamos ya cerca de nuestra meta y hay que arriar la mayor antes de entrar.

          
     
Son las 18:30 y ahora, con luz de día, es fácil distinguir las balizas roja y verde de entrada al puerto. Un gran barco a motor que hace dos días estaba en Marina del Este se encuentra amarrado a la entrada. Claro -le comento a JR-, éste ha huido también de aquella cueva de piratas.
     Nos amarramos nosotros también (incluida la conexión de 220 V) y, mientras JR cose una costura de la vela mayor que se ha soltado, yo salto al muelle a estirar las piernas. Estoy preocupado por el estado de la mar y por la probabilidad de tener mañana el viento en contra. En un extremo del pantalán veo a tres "velhos mariñeiros" (de mi edad) charlando y me acerco a ellos a ver si consigo algo de información.
     - Buenas tardes. ¿Alguno de ustedes conoce la meteorología local?
      - "La capitanía", me responde uno de ellos con acento francés, señalando hacia un edificio.
        - No, me refiero a la meteorología.
     - Sí, claro, en la capitanía tienen la previsión meteorológica de Almería Radio.
       - Ah, de acuerdo, pero yo me refería a si alguno de ustedes conoce el clima local, porque las previsiones para hoy de Almería Radio eran de fuerza 2-3 en la zona de Cabo de Gata y nos hemos encontrado con fuerza 4-5 y marejada.
     Por fin me explican que se trata de vientos de día que comienzan a las 11 ó a las 12 de la mañana y que terminan al final de la tarde. Para ir hacia Cartagena y no tener vientos de proa que nos retrasen, me aconsejan madrugar y adelantar camino todo lo posible antes de que salte el viento. Por otra parte JR también estaba pensando lo mismo. La singladura de mañana es muy larga.

                 [Img #29222]
     Formalidades portuarias. Como se trata de un pueblo pequeñito con un puerto minúsculo, pregunto con optimismo por el precio del atraque, esperando que sea igualmente pequeñito, del estilo al de Roquetas.
     - "Treinta y nueve (39) euros" responde, sonriendo, la rubia con traje de baño y pareo que nos atiende en la capitanía. "¿Van a utilizar las duchas? Me tienen que dejar 5 euros en depósito por las llaves. Se les reembolsará cuando las devuelvan".
     -"Saldremos mañana a las 6. ¿Habrá alguien para devolvérselas?", inquiere JR.
     - "Las oficinas se abren a las 10", responde la otra.
     Y ¿cómo vas a discutir con una tía así?  Como resumen diré que JR tiene las llaves de los aseos (de señoras y de caballeros) del Puerto Deportivo de San José y que están a disposición de cualquiera que abone 5 euros por ellas.
     Por el muelle hay bastante animación, sobre todo de gente que viene del pueblo a ver los barcos. Me fijo en dos chicas de aspecto descuidado, mochila de camping al hombro, orejas anilladas y, probablemente, aficionadas a la marihuana. Están dando algo de comer a un gato portuario. Yo llamo, "biss,biss" al gato, que se viene hacia mí al trotecillo, pero como no tengo nada que darle regresa a la compañía de las exploradoras.
     En fin, nos vamos al pueblo con ánimo de cenar y de retirarnos pronto para madrugar al día siguiente. Mientras JR busca un cajero automático yo paseo por el centro. Tuerzo una esquina y zas, me topo con las mochileras.
     - ¿Sabe usted si hay por aquí una fuente de agua potable?
     - ¿Quieres decir agua gratis? Lo dudo, no creo que den nada gratis por aquí. Que tengáis suerte.
     Diez minutos después salimos del centro para dirigirnos a uno de los restaurantes próximos al puerto. Sentadas en un bordillo nos encontramos a nuestras amigas, bebiendo sendas latas de cocacola. Intercambio una sonrisa de complicidad con ellas.
     Cenamos, como el resto de los "guiris" que nos acompaña, una paella de marisco para dos, evitando el arroz estrella (paella de bogavante). De camino al barco nos despedimos del marinero del puerto.

          

Este nos pregunta, curioso: "¿Qué fue de las mozas?".
     - ¿De qué mozas habla?
     - De las que estaban esta tarde con la mochila. Creí que se las iban a llevar con ustedes.
     Con sorpresa, le confieso a JR: "Coño, no se me había ocurrido".

     - "A mí, sí", responde, riendo, él.